Los bienes de experiencia son aquellos en los que sus principales características, como la calidad, los materiales, funcionalidades, etc. son complicadas o imposibles de observar anticipadamente. Pero estas características sí que pueden ser verificadas mediante el consumo y por tanto, el consumidor conoce la calidad y otras características, así como la adecuación de estas a la satisfacción de sus necesidades a través de la experiencia adquirida después de la compra.